Día Mundial para la Prevención del Abuso Se×ual Infantil (ASI)
- 19 nov 2023
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Post original en instagram: https://www.instagram.com/p/Cz0zvXRpyBs
¿QUÉ SON LOS ABUSOS SE×UALES EN LA INFANCIA?
Es una manipulación de niños, niñas y adolescentes, sus sentimientos, debilidades o necesidades, basada en una desigualdad de poder. Tiene como objeto una parte íntima y altamente sensible de las personas, su sexualidad, en un momento en el que está en desarrollo y en el que aún no se tienen las capacidades necesarias para entender las implicaciones de lo que está pasando.
El abuso se×ual se entiende como “la implicación de niños, niñas o adolescentes, dependientes e inmaduros, en actividades se×uales que no están en condiciones de comprender, que son impropias para su edad y su desarrollo psicosexual, para las que son incapaces de dar su consentimiento y que transgreden los tabús y las reglas familiares y sociales”.
DATOS

Se estima que en España 1 de cada 5 menores ha sufrido, esta sufriendo o sufrirá abuso se×ual.
En la última década los casos de abuso se×ual infantil han aumentado en un 20%.
Más del 50% de los casos de abuso se×ual infantil la víctima es menor de 12 años.
El crecimiento de los casos de abusos a niñas crece a un ritmo más elevado.
El 31% revela haber sufrido abusos de forma puntual, un 22% indica que los abusos han durado menos de un año y un preocupante 39% manifiesta que se han prolongado en el tiempo durante más de un año.
El 30,3% de los casos se perpetran con una frecuencia diaria.
LUGAR EN EL QUE SE PRODUCEN LOS ABUSOS
49,7% se producen en la propia casa del menor (mayoritario en el caso de las niñas).
15% se producen en casas del entorno del menor.
13% se produce en el entorno escolar o actividades extraescolares (mayoritario en el caso de los niños).
PERFIL DEL AGRESOR
Entre el 70% y el 80% de los agresores son familiares o conocidos de la víctima, y en su práctica totalidad, el 90%, son varones.

DENUNCIAS
Sólo se denuncia un 43% de los casos, de entre ellos el 18,2% se produce el archivo judicial por falta de pruebas.
Un 35% de las resoluciones se cuestiona directamente el testimonio de niñas, niños y adolescentes.
¿QUIÉN DENUNCIA?
En un 47% de los casos son las madres de la víctima la que denuncia.
En 4 de cada 5 casos es una mujer la que solicita la ayuda.
¿QUÉ OCURRE CON LAS MADRES QUE DENUNCIAN?
La mayoría de madres que denuncian agresiones se×uales por parte de los progenitores a sus hijos se ven envueltas en procesos posteriores que penalizan sus prácticas de protección y en este castigo tiene un papel determinante el SAP (el falso Síndrome de Alienación Parental).
En concreto, un 72% de las madres que denuncian se han visto involucradas en procedimientos judiciales de este tipo después de haber denunciado la violencia sexual que se ejerce contra sus hijos por parte de su progenitor.
SEÑALES DE ALERTA
Comportamientos se×uales inapropiados para la edad (hacia sí mismos o hacia otros).
Conocimiento se×ual mayor del que corresponde al momento evolutivo del niño/a.
Rechazo o retraimiento ante figuras adultas de su entorno (familiar, profesor, amigo de la familia…) o a ir a un determinado lugar.
Cambios rendimiento o actitud escolar.
Regresión en los niños/as más pequeños/as, pesadillas, miedo a dormir solo/a.
Síntomas emocionales de depresión o ansiedad, baja autoestima o trastorno de alimentación.
Sangrados.
Dolor genital.
Lesiones en el área genital, como hematomas, sangrado o inflamación.
Signos de infección en el área urinaria o genital.
Síntomas de una infección o enfermedad de transmisión se×ual (ETS).
Embarazo.
Cambios en la higiene o en los hábitos higiénicos.
Contactos con otros adultos que nos hagan sospechar.
Recibir regalos y atenciones frecuentemente de algún adulto.
Dibujos con contenido se×ual (a valorar por un experto).
Juegos que revelen contenidos se×uales explícitos que no son propios de la etapa evolutiva y revelen información.
CONSECUENCIAS
EMOCIONALES:
Miedo generalizado.
Hostilidad y agresividad.
Culpa y vergüenza.
Depresión y ansiedad.
Baja autoestima.
Rechazo del propio cuerpo
Desconfianza.
Trastorno del estrés postraumático.
SEXUALES:
Conocimiento se×ual precoz o inapropiado para su edad.
Masturbación compulsiva.
Excesiva curiosidad se×ual.
Conductas exhibicionistas.
Problemas de identidad se×ual.
SOCIALES:
Déficit en habilidades sociales.
Retraimiento social.
Conductas antisociales.
PROCESO JUDICIAL
El 72% de los casos acaban sobreseídos. Solamente llegan a los tribunales entre el 10% y el 15% de las situaciones de violencia se×ual contra menores.
De media, los niños y niñas tienen que contar lo sucedido entre 3 y 4 veces. Solo un 13% de las sentencias estudiadas se había preconstituido la prueba. La declaración del menor debe hacerse lo más pronto posible, por personal altamente cualificado, usando una metodología estandarizada y evitando que el menor de edad tenga que relatar lo que ha pasado en múltiples ocasiones.
La media es de 3 años desde el inicio del proceso legal hasta su fin. En un 38% de los casos se emplea como atenuante la “dilación indebida”, es decir, el propio tribunal reconoce que ha habido retrasos que podrían haberse evitado y rebaja la condena al acusado por haber sufrido por esa espera innecesaria.
En un 86% de los casos el menor de edad ha testificado en plenario. Para que el niño o niña pueda ser escuchado como le corresponde por derecho en el sistema legal, deben usarse un espacio seguro y amigable, y métodos apropiados según el desarrollo cognitivo y necesidades específicas del menor.
El principal factor de victimización secundaria para un menor es la sobreexposición a distintas evaluaciones/entrevistas que le suponen una reexperimentación continuada de emociones negativas y una sensación de descrédito (desconfianza), si se pone en cuestión su testimonio, que afecta a su autoestima y puede causarle sentimientos de culpa.
PREVENCIÓN
No poner en duda el testimonio del menor.
Fomentar la comunicación: Mostrando una actitud cercana y de escucha, creando un clima de confianza.
Educación se×ual adecuada a su edad: Enseñándoles a identificar sus partes íntimas y a nombrarlas correctamente. Las zonas íntimas de su cuerpo pertenecen a la parcela de su intimidad y nadie debe tocarlas, ni tampoco tocar las de otra persona. Si alguien quiere hacerlo, tiene que negarse y contarlo al adulto más cercano en quien confíe.
No culpabilizar ni juzgar cuando lo cuenten: los sentimientos desagradables que surgen al saber lo ocurrido pueden hacer que se le culpe o decirle lo que debería haber hecho. Pensad que ha pasado por una situación, en la que, dependiendo de la edad, se ha podido sentir partícipe sin tener conocimiento o incluso viviendo algo desagradable y traumático. Necesitan sentir entendimiento, apoyo y protección. La única persona culpable en un abuso se×ual es quien lo comete.
Distinguir “secretos buenos y malos”: El abuso se×ual suele estar rodeado de secretismo y culpabilidad. Cuando un adulto abusa de un menor le suele decir que es un secreto entre ambos y que si lo cuenta, algo malo le pasará a él o a su familia. Es importante enseñar a distinguir entre “secretos buenos” (una sorpresa para un regalo) y “secretos malos” (cuando hay situaciones “raras” o que le hacen sentir mal).
Enseñar los riesgos de las nuevas tecnologías.
Acudir a profesionales: A pesar de la angustia, la rabia, el miedo y cuantas emociones negativas genera, es necesario escuchar y no agobiarles con preguntas porque pueden bloquearse, retractarse y no querer contar más. Es importante que sean los profesionales competentes quienes indaguen cómo han ocurrido los hechos.
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fuentes: Save the Children y Fundación ANAR.
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