El COI abandona a las mujeres.

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El pasado 16 de Noviembre el Comité Olímpico Internacional anunció una nueva guía sobre “equidad, inclusión y no discriminación sobre la base de la identidad de género y las variaciones sexuales” diciendo que: “busca promover un ambiente seguro y acogedor para todos”.

Todos menos las mujeres

Antes de este cambio, el COI marcaba unos niveles de testosterona para que varones identificados mujeres pudiesen competir en categorías femeninas. Debían demostrar que el nivel total de testosterona en sangre era inferior a 10 nanomoles/litro durante al menos 12 meses antes de competir.

Esto ya era insultante para las atletas, el rango de testosterona en las mujeres está entre un 0,12 – 1,79 nmol/l. A ellos se les permitía un nivel de testosterona a los que las mujeres no llegan de forma natural.

¿Pensáis que no podía ir a peor?

El COI ha decidido que los niveles de testosterona no determinarán la elegibilidad de los atletas “transgénero”, de hecho, no se requiere ni la supresión de testosterona ni cirugías.

Literalmente han indicado en esta guía que:

“Los criterios de elegibilidad deben establecerse e implementarse de manera justa y de una manera que no excluya sistemáticamente a los atletas de la competencia en función de su identidad de género, apariencia física o variaciones de sexo.”

El COI se desmarca sin exigir otros criterios, sólo indican que cada categoría decidirá si el participante tiene una “ventaja desproporcionada”, pero sin concretar qué consideran desproporcionado. Simplemente mencionan que se debe “prevenir el riesgo a la seguridad física de otras atletas”. Toda una contradicción.

Además mencionan varias veces en la guía que hay “categorías de género”, evitando decir que la distinción entre categorías femenina y masculina se basan en el sexo.

Manipulando el lenguaje pretenden respaldar su “no discriminación” en base a

una “identidad de género” sentida.

A partir de hoy, podemos declarar la muerte del deporte femenino tal y como lo conocemos.